viernes, 29 de noviembre de 2013

Carta

Ayer vi una carta de la muerte, esperandome en la Universidad. Como un día cualquiera busque el carné universitario en mi bolso, y estaba allí aquella, mirandome fijo aventadome su sonrisa, delicada sonrisa.

Si sé que me dices, porque no escribo más, leo más, o canto más. No soy, no soy aquella fuente, ya gastada.

Debo decir la verdad.

La luz se apagó,
vi los ojos
rojos
incandecentes
una torpe figura.

Ya basta!
basta!
basta!

Recobra tus ojos
y mírame, vuelve a cantar.

De tu música loca,
de tu sal de mano
y de mi boca.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Confesiones I

Me encuentro bajo mis sábanas de color pálido rosa, sí odio el rosa, pero hace unos meses me anime a comprarme un juego de sábanas rosas. He cogido un vestido blanco, esos de tela sencilla, solo quería conservar el perfume del cuerpo, de los cuerpos.

He despertado en medio de sabánas de color oscuro, un perfume fuerte de madera, y unos brazos cubriendome y acariciandome una de mis piernas, sí estaba siendo. Como se es, cuando uno se siente ser.

Juego con mis dedos como cuando era pequeña, y entendia que mi mano izquierda era un grupo de cinco damas blancas, rosadas y llenas de juventud. Ellas ingresaban al baile, en medio de un libro abierto, y tenían una postura delicada y erguida, amenazante. Los caballeros los de la derecha eran cinco, fuertes, firmes y estilizados, eran rosados, oscuros y libres. Empezó el baile, primero la reverencia, las manos se inclinaban al suelo y se erguian al cielo, los primeros seguian a los otros, y asi abanicos llegaban a tocarse las llenas, ese era el saludo. Primero el mayor, después los siguientes, y empezaba la danza de los cuerpos, unos acarician a otros, y otros acarician la palpa, la madre, la consumación.

En primavera

Marrones,
Los pasos eran tenues, despacio, el rostro meditabundo, ensimismado, allá por lo adentros quien quiere morir, es del dia, de esos que no olvidas. Caminame en ese pasaje pausado de mi boca, empieza por la comisura y baja, baja, como tren, transporta la sabia de tu boca, a mi efervecente desierto, con burbujas, con espasmos de sed.

Si, es un norte...

- Hola! Ha pasado ya tanto tiempo,- mientras te acomodas el cabello para disimular el nerviosismo traicionero.
- Sí ha pasado mucho.-El viento sopla y con el se lleva la ultima frase.( Demasiados).

Deseo
Las manos se comunican en su bello lenguaje, y el tiempo forma parte de su detención, airoso presencia un color con otro color en un sin fin de matices.
Ellas recorren, las autopistas ondeantes de movimientos temblorosos, lentos poros abiertos, y la sabia del cuerpo emana, engarza en su seno.

Mírame
Hoy mis manos dicen, aquí! aquí!
 mientrás tu pierna atrapa una.


Hoy prendí de tu boca un hilillo que me trenza entre tu falo y mi sexo.

lunes, 24 de junio de 2013

Una rosa en el libro de tapa azul


He descubierto el techo gris de la locura y lo he cerrado con bolsas de arena, lo he querido enterrar, olvidar que lo he visto. He tratado de borrarlo de mi memoria y hacer que los sujetos que bailan dentro, se vayan a sus casas y cenen con sus esposas. He descubierto que la música de sus voces son asperas como la lengua de un zorro y oscuras como la noche.


Te he imagino divino, ahogado y moribundo. He escarpado tu piel tratando de encontrarte y mis manos se han quebrado y han tomado un color azul, como ese de amanecer. Sí, el licor que bebí de tu boca, me ha vuelto loca y me ha dado soltura de voz, a liberado a mi lengua de mi caparazón y me podido gritar. Así de pie y desnuda...

Alguna vez me diste de comer ese beso que respira angustia, pasión, odio, desesperación y exige el encuentro. Quebrandome las médulas y haciendome el amor...

Quiebrame la boca
matame de pocos
lento
despacio
pausado
con mesura
fisura
latente
ahogado
ahogame de muertes...

Ella la de azul... La que grita "Aquí, es mi casa. Mi tierra"  Yo evoco su locura y la hago mía, le toco los labios, le acaricio el cabello, le saco el vestido a besos y la inundo de caricias suaves, lentas y tiernas... Me sigue como niña buena, me besa la frente me desnuda el cuerpo y se atreve a lamerme los senos, quiere beberme como si fuera una fuente, y cogerme las piernas y subirse en ellas como si fuese su caballo, o su nuevo viaje.

Gira
gira
gira
girame! el existir en tu espalda de mariposa viajera.