miércoles, 25 de septiembre de 2013

Confesiones I

Me encuentro bajo mis sábanas de color pálido rosa, sí odio el rosa, pero hace unos meses me anime a comprarme un juego de sábanas rosas. He cogido un vestido blanco, esos de tela sencilla, solo quería conservar el perfume del cuerpo, de los cuerpos.

He despertado en medio de sabánas de color oscuro, un perfume fuerte de madera, y unos brazos cubriendome y acariciandome una de mis piernas, sí estaba siendo. Como se es, cuando uno se siente ser.

Juego con mis dedos como cuando era pequeña, y entendia que mi mano izquierda era un grupo de cinco damas blancas, rosadas y llenas de juventud. Ellas ingresaban al baile, en medio de un libro abierto, y tenían una postura delicada y erguida, amenazante. Los caballeros los de la derecha eran cinco, fuertes, firmes y estilizados, eran rosados, oscuros y libres. Empezó el baile, primero la reverencia, las manos se inclinaban al suelo y se erguian al cielo, los primeros seguian a los otros, y asi abanicos llegaban a tocarse las llenas, ese era el saludo. Primero el mayor, después los siguientes, y empezaba la danza de los cuerpos, unos acarician a otros, y otros acarician la palpa, la madre, la consumación.

En primavera

Marrones,
Los pasos eran tenues, despacio, el rostro meditabundo, ensimismado, allá por lo adentros quien quiere morir, es del dia, de esos que no olvidas. Caminame en ese pasaje pausado de mi boca, empieza por la comisura y baja, baja, como tren, transporta la sabia de tu boca, a mi efervecente desierto, con burbujas, con espasmos de sed.

Si, es un norte...

- Hola! Ha pasado ya tanto tiempo,- mientras te acomodas el cabello para disimular el nerviosismo traicionero.
- Sí ha pasado mucho.-El viento sopla y con el se lleva la ultima frase.( Demasiados).

Deseo
Las manos se comunican en su bello lenguaje, y el tiempo forma parte de su detención, airoso presencia un color con otro color en un sin fin de matices.
Ellas recorren, las autopistas ondeantes de movimientos temblorosos, lentos poros abiertos, y la sabia del cuerpo emana, engarza en su seno.

Mírame
Hoy mis manos dicen, aquí! aquí!
 mientrás tu pierna atrapa una.


Hoy prendí de tu boca un hilillo que me trenza entre tu falo y mi sexo.